por Fernanda Benavides Berenguer
La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo de la educación a una velocidad sin precedentes. Desde asistentes que ayudan a resumir textos hasta plataformas adaptativas que personalizan el estudio, la IA se ha convertido en una herramienta cotidiana para estudiantes y docentes. Pero esta transformación va mucho más allá de la tecnología: nos obliga a repensar qué significa educar, aprender y enseñar en el siglo XXI.
En Ulern, creemos que no basta con saber usar una herramienta. Es necesario comprender su impacto, cultivar pensamiento crítico y asumir una ciudadanía digital activa. Por eso, durante nuestro Café con Lilo, realizamos una charla para reflexionar junto a nuestros embajadores sobre el verdadero rol de la IA en la educación.
Los últimos estudios muestran un crecimiento explosivo en la adopción de IA generativa por parte de los estudiantes. Según el informe HEPI Policy Note 61 de febrero de 2025, el 92% de los estudiantes universitarios en el Reino Unido usa IA de alguna forma, frente al 66% del año anterior. El uso más común es la generación de texto y resúmenes, seguido por la explicación de conceptos y la sugerencia de ideas para trabajos académicos (Freeman, 2025). Esos datos no se alejan mucho de la realidad chilena, según la Encuesta Única de Admisión 2025 que realiza la Universidad de Chile a los estudiantes de primer año, el 81% de los estudiantes mechones declara utilizar herramientas de IA (Carrasco, 2025). Esta realidad refleja una transformación profunda en los modos de estudio y evaluación. Para así poder ahorrar tiempo, tener un soporte personalizado y mejorar la calidad de los trabajos universitarios.
En América Latina, el escenario también es dinámico. De acuerdo con el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (2024), Chile lidera la región en el desarrollo e implementación de políticas de IA, incluyendo la educación. Lo que se ve reflejado en la implementación de programas como el plan "IA y Ética para Educación Media", implementado por el Ministerio de Educación junto con EducarChile en colaboración con MIT Media Lab, demuestran el compromiso del país con la formación de competencias digitales y éticas en los jóvenes (Centro de Innovación Enlaces, 2025).
A pesar del uso masivo de herramientas de IA, muchos estudiantes todavía sienten temor o desconfianza al utilizarlas. El informe de HEPI (2025) destaca que el miedo a ser acusado de hacer trampa es la principal barrera, especialmente entre mujeres. Además, preocupaciones sobre la precisión de las respuestas, los sesgos algorítmicos, y la ambigüedad institucional respecto a su uso también inhiben la adopción consciente (Freeman, 2025).
Otros factores incluyen la percepción de que el uso de IA puede comprometer el aprendizaje profundo (“la IA simplemente me da las respuestas”), la inequidad de acceso a herramientas premium y la falta de formación ética sobre sus implicancias (Freeman, 2025).
Desde Ulern, proponemos una alternativa pedagógica clara: usar la IA como un apoyo estructurado para el aprendizaje autónomo, no como un atajo. Ulern se diseñó como una plataforma que analiza el material de estudio del estudiante, identifica objetivos de aprendizaje, diagnóstica conocimientos previos y los acompaña con explicaciones personalizadas, finalizando con una evaluación por objetivos.
Este proceso promueve la co-responsabilidad del estudiante en su aprendizaje, fortalece el pensamiento crítico y reduce la dependencia pasiva de la tecnología. Para nosotros, formar ciudadanos digitales activos implica ofrecer herramientas que no solo respondan, sino que también pregunten, orienten y desafíen al estudiante.
Las instituciones educativas han comenzado a adaptar sus políticas y evaluaciones ante la creciente presencia de la IA, aunque algunos centros educativos continúan dando mensajes contradictorios o restrictivos. En general se evidencia un avance en la provisión de herramientas de IA en los sistemas educativos, con mejoras en la alfabetización digital del profesorado y esfuerzo notorios de las instituciones.
Desde una perspectiva latinoamericana, el Banco Mundial ha identificado múltiples soluciones en IA aplicadas a la educación: tutores con IA, retroalimentación personalizada para docentes, rutinas administrativas automatizadas, planes de clase con IA, y sistemas de alerta temprana para prevenir la deserción escolar. Estas herramientas no solo aumentan la eficiencia, sino que también buscan empoderar a los docentes y personalizar la enseñanza.
Ulern, como plataforma chilena, se alinea con esta tendencia global y regional. Utilizando tecnologías basadas en IA que permite que los estudiantes universitarios tengan acceso a test generados automáticamente, explicaciones adaptadas a sus necesidades y diagnósticos que les permiten medir sus avances de forma autónoma y estructurada.
El uso generalizado de IA en la educación abre un escenario complejo. Por un lado, existen riesgos reales: estudiantes que se enfrentan a mensajes institucionales ambiguos, miedo a sanciones académicas, dependencia excesiva de las herramientas, sesgos algorítmicos, y una creciente brecha digital entre quienes tienen acceso y formación en estas tecnologías y quienes no.
Por otro lado, las oportunidades son inmensas. La IA puede democratizar el acceso a contenidos, personalizar el aprendizaje, liberar tiempo de los docentes para tareas pedagógicas significativas y ofrecer nuevas formas de evaluar el pensamiento crítico. Pero esto solo será posible si construimos entornos educativos que promuevan una alfabetización crítica de la IA, que enseñan no solo a usar, sino también a cuestionar, entender y co-crear con estas tecnologías.
En Ulern, creemos que formar pensamiento crítico en la era digital significa reconocer la IA como una herramienta poderosa pero no neutral. Implica enseñar a nuestros estudiantes a ser usuarios activos, conscientes y éticos, capaces de aprovechar su potencial sin renunciar al juicio propio, a la creatividad ni a la responsabilidad.
Como comunidad educativa, debemos preguntarnos: ¿Estamos dando a los estudiantes las herramientas para ser ciudadanos digitales responsables o solo consumidores tecnológicos? La respuesta determinará no solo el futuro de la educación, sino también el tipo de sociedad que estamos construyendo.
Freeman, J. (2025). Student Generative AI Survey 2025 (Policy Note 61). Higher Education Policy Institute. https://www.hepi.ac.uk/2025/02/26/student-generative-ai-survey-2025/
Carrasco, G. (2025, mayo 05). Según estudio de la U. de Chile, el 81% de sus estudiantes de primer año utiliza inteligencia artificial. Universidad de Chile. https://uchile.cl/noticias/227747/81-de-estudiantes-de-primer-ano-de-la-u-de-chile-usa-ia#:~:text=Con%20una%20tasa%20de%20respuesta,que%20entre%20mujeres%20(78%25)
Centro Nacional de Inteligencia Artificial [CENIA]. (2024). Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial. Centro Nacional de Inteligencia Artificial. https://indicelatam.cl/wp-content/uploads/2024/11/ILIA_2024_2.pdf
Centro de Innovación Enlaces. (2025). Inteligencia Artificial y Ética. https://www.innovacion.mineduc.cl/iniciativas/inteligencia-artificial-y-%C3%A9tica
